A desvestir pelados se ha dicho!

Hoy salía del edificio adonde trabajo y me crucé con uno de los de “seguridad privada”. No era una de esas personas comunes que trabajan para una empresa de seguridad. Era uno de esos que se hacen los grosos, más de lo que lo ya lo son gracias a las horas que le dedican al gimnasio.

¿Por qué me llamó la atención? Por algo tan simple como su condición capilar: ES PELADO! Pelado de los que se pelan a propósito y que parece que lustraran la bochita.

No podría afirmar que reparé en el cable tirabuzón que le salía del costado del cuello con destino a la oreja porque sea algo que me erotiza. El cable lo ví cuando le recorría la pelada con los ojos.

Es que no sé… no sé qué tienen los pelados pero la mayoría de los que me cruzo por la vida, me gustan..!!!

He pasado años y años tocando cabezas a cuanto pelado se me cruzaba en los boliches. El recurso de hacerse la simpática y decirle “Es que me dan suerte” casi siempre era tomado con buen humor y en algunos casos con mucho mejor humor… pero aún así, nunca desvestí a un pelado.

¿Es curioso, no? Si tanto me atraen, ¿por qué nunca un pelado?

Y como toda la infinita cantidad de cosas que se me cruzan por la cabeza todo el tiempo y me mantienen el pensamiento ejercitado, me colgué a pensar un poco en qué podría ser aquello que me atraía de los pelados.

El tránsito en la Avda. 9 de Julio era pesado, aún siendo febrero, así que tuve bastante tiempo para pensar…

Pensaba en esas creencias que circulan (como la del tamaño del miembro de los hombres de raza negra) que dotan a los pelados de grandes virtudes en materia de virilidad. Aunque claro, si la pelada fue adrede, la teoría cae y con ella la razón personal que buscaba al motivo de mi atracción.

Y en ese instante, algo me hizo “click”… ¡Cómo no me dí cuenta antes! Lo que me atrae de los pelados es que tienen la cabeza desprotegida..!!!

“¿Y qué tiene eso de atractivo?”, te preguntarás y me pregunté.

“La cabeza desprotegida me representa la vulnerabilidad de los pensamientos”. Eureka!

¿Ahora resulta que soy morbosa por sentir atracción por alguien cuyos pensamientos son tan vulnerables? No. O sí… me da lo mismo… aunque veo asomar lentamente los colmillos. Es más fuerte que yo: que alguien vaya por la vida casi exponiendo sus pensamientos al alcance de toda la humanidad, no es algo para dejar pasar…

Es una mente contenida en una cabeza libre de protección… una mente que me invita a sus pensamientos… “Metéte, metéte…” me dice en voz baja.

¿Cuántas veces hubieras dado lo que sea por poder meterte un ratito en la cabeza de alguien y saber qué está pensando mientras vos le preguntas y te dice “Nada”? ¿Cuántas veces hubieras sido feliz por tan sólo saber qué es lo que el otro está pensando y no te dice, aunque tampoco se lo preguntes?

¿Nunca se te ocurrió intentar con un pelado?

Nunca desvestí a ningún pelado, quizás porque nunca supe cuál era el motivo de la atracción que me provocaban.
Ahora lo sé.
Sólo me resta probar.
Pelados en el camino: ya están advertidos! Serán desvestidos..!!!

NatpuntoG.