Hace más o menos un año atrás (2008), un ratito antes de que empiece un partido de la Selección, le conté a alguien que tenía muchas ganas de ir a ver ese partido a la cancha. Me dijo: “Pero por qué no me dijiste? Hubiéramos ido…”. Hoy me hubiera encantado ir con vos… iría con vos a cualquier lugar… (SABELO..!!!)
Hace AÑOS que quería ir a ver un partido de la Selección -obviamente en el Monumental (¿dónde sino?- adonde el pasto (después de tanto paraguas que abrió el DT) no estaba tan mal como dijeron.
Tantos años soñando con un día como el de hoy, tantas ganas de sufrir en la cancha los nervios que siempre sufro enfrente al televisor, tantas ganas de gritar un gol con toda la hinchada… Tantas ganas no podían esperar y decidí regalarme este día.
Y por si acaso me quedaban dudas sobre ir o no ir, me llegó un mail del banco gracias al cual me entero que por ser clienta contaba con el beneficio de compra anticipada de las entradas. ¿Alguna duda sobre ir o no ir..? NINGUNA…!!!
Descartada la posibilidad de ir con esa persona (siiii, con vos, que encima tenías ganas de ir…!!!) y sin saber que una amiga también quería ir a la cancha, estuve pensando y pensando y recordé muchas momentos de mi vida que fueron importantes, que fueron “mi primera vez” en algo que era importante para mí en ese momento.
Y caí en la cuenta de que en esas “primeras veces” (sólo en esas, aclaro por las dudas), estuvo presente mi hermano el del medio. No dudé en ir a ver el partido y tampoco dudé en invitarlo a que me acompañe nuevamente en una “primera vez”. Además es futbolero (mi otro hermano, el mayor, tiene menos fútbol que yo!).
Todo el Universo siguió conspirando a favor mío. Le pregunté a mi hermano si tenía que trabajar el sábado 6 de junio y me dijo que no. Le pregunté si tenía ganas de ir conmigo a la cancha a ver el partido y me dijo que si :)
Y ahí empecé a sentir que mi sueño estaba a punto de cumplirse. Compré las entradas. Busqué la camiseta de la selección (no cualquiera, sino una firmada por Sorín) en la parte de arriba del placard (la saqué una semana antes, para ser sincera). Tuve que esperar una semana para retirar las entradas y saber si eran o no eran numeradas. Y desde el miércoles que las tuve en mis manos, no veía la hora de que llegue el sábado.
Y el sábado llegó. Me levanté más temprano que otros sábados (tampoco taaaannn temprano), me bañé, elegí la ropa con la que iba a ir a la cancha (por más barrabrava que sea, nunca dejo de ser mujer; bastante con que resigné los tacos..!!!), ME SEQUE EL PELOOOOO…!!! (cosa que ni siquiera hago en la semana para ir a trabajar), me maquillé, me puse la bijou, me preparé la carterita, almorcé, cafecito. Me fui para la casa de mi hermano. Cafecito dos y para dos. Y antes de que yo empiece a caminar por las paredes, salimos para la CANCHAAAAA…!!! General Paz, el 28 venía hasta la manija, así que terminamos haciendo el combo 117 y 15. Yo hubiera ido caminando: no quería perder ni medio segundo más esperando ningún colectivo.
Finalmente, llegamos a River sin obstáculos. La verdad es que por momentos es un lento peregrinar pero se va tranquilo (fue mucho más cansador el recital de Madonna).
Listo! Eran las 17 horas y obviamente YO quería que YA empezara el partido. Es lógico, no? Fueron 34 años de espera…!
Por suerte aparecieron los jugadores para hacer el precalentamiento y con eso me “entretuve” un rato. Es también parte del partido y sirve para bajar la ansiedad.
Mi hermanito, adicto a los maníes (like me) y quizás también un poco con ganas de que pase el tiempo, decide comprar maníes con cáscara (resulta “entretenido” pelarlos y se pasa más rápido el tiempo).
Este fue el UNICO momento en el que hice una pregunta desubicada, TIPICA DE MUJER:
Yo: “¿Adónde tiro las cáscaras de los maníes?”
El: “¿Y adónde las vas a tirar, BOLUDA? En el piso… adonde estás tirando los puchos…!!!”
Esa fue la UNICA preguntonta que hice. Eso sí: había un par de hombres (que supuestamente están más en el tema) que eran mucho más imbéciles que todas las mujeres que estábamos en esa platea. Digo, no… ¿A quien se le ocurre requerir los servicios del señor que vende café al grito de “Cafetero… acá… acá… ”? Pero POR FAVORRR… Hacéte hombre… Chiflaleeee!!! Ese tipo tiene menos cancha que Carrefour de Avda. La Plata (cuac!). Faltaba que le pidiera una lágrima. Habráse visto…!!!
Una cosa que me llamó la atención de la experiencia “cancha” es que en la cancha se come mucho. Todo el tiempo desfile de vendedores de todo tipo de golosinas, maníes, panchos, bebidas, etc… Y la gente consume todo. Me llamó la atención que mi hermano compre maníes y hamburguesas y se clave un paquete de pastillas en tan solo 3 horas y media que estuvimos en la cancha. ¿Sería por los nervios? ¿Sería por el frío? No sé, pero la hamburguesa que me clavé en el entretiempo estaba BUENISIMAAAAA…!!! :P
El reloj estaba cada vez más cerca de las 6. Y yo esperaba que el estadio se termine de llenar y que la hinchada empiece a alentar. Nada más que para sumarme desaforadamente…
Admito que me desilusionó un poco el tema de la hinchada. Esperaba que “cantaran” sin parar la hora previa al partido, los 90 minutos del partido y los 15 minutos de la salida del estadio. Pero nop…! La verdad es que creía que iba a estar todo el tiempo “con los pelitos del antebrazo parados de emoción”. Pero nop…! Cantaban de a ratitos (cantaron poco para mi gusto, si, ya sé que no es un recital!), la gente mira el partido sentadita y se para –no ante una posible jugada de gol- sino cuando ya casi la pelota parece estar cerca del arco. Al menos así lo viví desde la platea.
Que se yo! A lo mejor el frío los apachuchó… Pero digo, ¿vas a ver jugar a la Selección? PONELE HUEVOS…!!! Esperaba que el público supere el fervor de los recitales (sobre todo, el fervor de los recitales de Luis Miguel) pero bueno, parecería ser que las mujeres actuamos así en función de estar quemando lycra mientras LuisMi nos endulza los oídos.
La ubicación de la platea era muy buena y todas mis ganas estaban puestas en ver un gol de Argentina en el primer tiempo (estábamos cerquita del arco de Colombia). Pero nop…! No sólo NO vi el gol sino que además el primer tiempo el partido estuvo muerto. Lo único que le puso acción (LAMENTABLEMENTE) eran las faltas que el árbitro CIEGO no cobraba.
Me parece que lo mandaron por error: estaba más para arbitrar un partido de “Los Murciélagos” que para Argentina-Colombia. Un DE-SAS-TREEEEE…!!! Todas las canciones, oraciones, rezos y piropos fueron para el árbitro, que encima viene del mismo país (Bolivia) que nos ganó el último partido por una goleada ASQUEROSA!!! Estaba TODO MAL con el árbitro.
Me encantó que juegue en este partido la “Brujita” Verón (qué casualidad, no? tiene tu mismo apodo). Hubiera sido PERFECTO mi sueño si lo veía jugar al Juampi Sorín. Al menos pude ver a uno de los “viejos”. La Brujita es uno de los jugadores casos especiales a los que SOLO los “quiero” cuando juegan para la Selección Y NADA MAS QUE PARA LA SELECCIÓN!. Lo que me gusta del juego de la Brujita es que el tipo está SIEMPRE adonde está la pelota: arriba, abajo, al costado. Está la pelota y ahí está la Brujita (si, ya sé que es volante y de eso se trata). En mi humilde entender, fue una vez más un jugador clave en este partido. Mucho Messi, mucho Tevez, mucho Agüero pero son figuritas afuera; en la Selección se han lucido bastante poco en comparación con lo que vemos de ellos en los partidos de los clubes para los que juegan. Les faltan huevos y ponerse DE VERDAD la camiseta de ARGENTINA.
Terminó el primer tiempo, sin penas ni glorias. Y me quedé con ganas de ver el gol desde cerquita, aunque si de algo estaba convencida era de que NO VOLVIA DE LA CANCHA SIN UN GOL DE ARGENTINA…!!! Hubiera sido frustante que pierda. Y así como mi paso por Cuba marcó una nueva etapa en las relaciones con Estados Unidos (no será mucho???), mi presencia HOY en el estadio rompe con la mala racha y a partir de hoy a la Selección no la para NADIEEEE…!!! (digo yo, ¿no será mucho???).
Entretiempo. Hamburguesa y cocucha. Pucho (iba por el número… no importa!). Pintó campera, gorro y guantes: el frío empezó a sentirse de golpe. No pensaba hacer uso de las instalaciones sanitarias (para tanto no llega mi capacidad de adaptación) y por suerte –a pesar del frío- no tuve ganas: mi vejiga se portó tan bien como aquella vez que viajé en micro a Asunción y resistió 10 horas (el trayecto entre Retiro y Reconquista), hasta la única parada que hacía el micro para cargar comida, en el medio de la NADA pero con un baño que no se movía…!!!
Segundo tiempo. La Selección salió jugando. No sé si mucho mejor, pero básicamente SALIO JUGANDO (cosa que no se notó en el primer tiempo). Un par de jugadas interesantes me hicieron pensar que el gol era inminente. Y estaba yo, con mi celular con camarita esperando capturar el momento, no del gol en sí (porque eso lo puedo ver en la tele) sino el momento del FESTEJO del gol en la cancha.
Casi casi… una jugada antes de la del gol… que casi casi... pero no…
Y llegó. Llegó la pelota al arco… Y fue… GOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOLLLLL… GOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOLLL…
GOOOOOOOOOOOOOOOOOOOLLLLL… y una serie de otras cosas que también grité...
Y cantamos y saltamos y no me voy a olvidar EN LA VIDA de este momento. Es como un grito unificado: sentís que te explota el corazón. Cuánta emoción…!!!
Me está gustando demasiado esto de ir a la cancha.
Me pregunto si dentro mío habitaba un barrabrava desde hace 34 años y recién hoy se dio a conocer.
No lo sé. Y tampoco sé si quiero saberlo.
Hoy no es día para andar pensando.
Hoy es día para marcar un círculo rojo en el calendario.
Hoy es un día para sumar otro círculo rojo en el libro de mi vida.
Hoy es un día en el que “nada más y nada menos” cumplí uno de los sueños que tenía desde hacía varios años.
Hoy es un día para seguir sumando sueños a mi lista… ¿Cuál será el próximo que cumpla? ¿Conocer Roma? ¿Cantar para mis amigos? ¿Ver Argentina-Brasil con vos…??
No lo sé. Ya veré qué tiene preparado el Universo para mí.
Lo único que hoy puedo decir es que coincido plenamente con una frase que leí hace un tiempo y que le dediqué hace poco a alguien que me dijo que no tenía sueños. Una frase que creo que es muy cierta y que dice: “Es justamente la posibilidad de realizar un sueño, lo que hace la vida posible”
Porque sin sueños, ¿Qué sería la vida???
Gracias a los que leyeron hasta acá y me permitieron compartir esta emoción, que siendo las 9 de la mañana me tiene aún despierta, escribiendo y cargando los videos seleccionados entre los más de 100 videítos, mini videos, videos y videotes que grabé. Si, ya sé! Es mucho grabar “más de 100”, pero también es mucho esperar 34 años..!!!
Quiero maaaaaassss…!!!
Y voy por más…!!!! :)
5 de Septiembre… ARGENTINA-BRASIL…!!! Allí estaré..!!! Venís..???
NatpuntoG
(Amanecer del domingo 07-06-2009)
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La comida en la cancha tiene un 'nosequé".
ResponderEliminarSeñor cafetero, edulcorante no, no?. Saludos Nati > keep bloggin'
Gon F.
Me gustó casi todo, excepto la parte del chiste con Av. La Plata, para un cuervo como yo es un agravio que no puedo dejar de pasar jamás! Igual... lindo relato.
ResponderEliminarBesos.
Gonza! Veo que te has puesto al día con la lectura..! Más te vale, la culpa de este blog es un poco tuya... jajajaa..
ResponderEliminarSi, creo que tenés razón con ese "nosequé" que tiene la comida en la cancha. Yo pensé que esa misma noche, llegaba a casa re feliz por cumplir un sueño y moría por la hamburguesa de cancha... pero no.. por suerte no...!!!
Y no.. "Sr. Cafetero, edulcorante por favor".. no no.. fuera de lugar!
Besotes y gracias loquito lindo!
Nat.
Ale.. confieso que anoche antes de postear, releí el texto (que es de hace unos meses atrás) y cuando llegué a esa parte.. me dió cosita..! Un chiste ya gastado y lo peor, toda la línea genética materna tiene a San Lorenzo en la sangre!
ResponderEliminarMis sentidas y sinceras disculpas!
Gracias por leerlo y comentar, a pesar de mi agravio!
Besotes :)
Nat.
Gracias Naty por achicar las distancias...se extraña el terruño. Excelente relato...es como si hubiese estado al lado tuyo presenciando el partido!!!
ResponderEliminarBesotes y seguí escribiendo please!!
Fer Waisman =)
Fer..! Gracias a vos, una vez más gracias!
ResponderEliminarMe alegra poder acercarte aunque sea una mínima porción de estas tierras... ¿se extraña no? Son los primeros tiempos, después cuesta menos, nunca te acostumbrás pero te adaptas. Los primeros tiempos son duros. Lo bueno es que no estás sola!
Gracias por el comentario y si, voy a seguir escribiendo.. sino tengo que cerrar el blog que acabo de abrir..!!! jajajaa..
Besote y abrazo reina!
Nat.
Hola Nat,
ResponderEliminarTe empecé a leer porque alguien (no recuerdo quién) te tenía en su Twitter y llegué a tu blog, leyendo posts al azar.
Lamentablemente ir a ver a la Selección tiene eso... salvo que estés cerca de la barra (o sea, en el Monumental, cerca de la popular que da al Río de la Plata) o en esa popular misma, los cánticos se reducen al de dominio público "Vamos vamos, Argentina, vamos vamos, a ganar..." y realmente es cuasi deprimente... salvo que sean un grupo de gente copada en tu platea que empiecen a hacerse eco de esos cantitos :-) (como suelo hacer, jejeje)
Yo también tuve mi debut de Selección Mayor el año pasado contra Perú... partido emotivo si los hubo... pero ya había ido a la cancha a seguir a River de mis amores (y comparativamente, puede que hasta te resulte más emotivo seguir a tu club que a la Selección).
Salud!
Fabi