No mi amor. No.

No mi amor. No. Mi amor no.
No, no, no, no…. No y no.
Me molestan demasiado los tipos que le dicen “mi amor” a todas las anatomías del género femenino que frente a ellos se manifiestan, cualquiera sea la forma de diálogo que establezcan.
No mi amor. No. Mi amor no.
No me digas “mi amor”.
No soy “tu amor”.
No sos “mi amor”.

¿Qué parte del “no me digas mi amor” no entendiste?
No mi amor. No. Mi amor no.
No mi amor. No.
No mi vida. No.
No soy tu vida.
No sos la mía.
Si desaparezco, no te vas a morir.
Si desaparecés, no me voy a morir.
No mi vida. No. Mi vida no.
No mi amor. No. Mi amor no.
En dos horas hablaste con tres mujeres distintas y yo te escuchaba a lo lejos que a las tres les dijiste “Hola Mi amor”. Y después te llamó tu mujer…
No mi amor. No. Mi amor no.
“No soy tu amor. No sos mi amor.”
“Chupame un huevo” me dijeron una vez que pedí que no me digan “Mi amor”.
“Si crees tenerlos tratá de encontrarlos y elegí uno de los dos”, fue mi respuesta.
No mi amor. No. Mi amor no.
Me molesta que devalúen el amor.
Me molesta el proselitismo de estos perros alzados que a todas les dicen “Mi amor”.
No. Mi amor no. No mi amor.
No mi amor. No. Mi amor no.
No.
No me digas “mi amor”.
No soy “tu amor”.
No sos “mi amor”.
Deseo no es amor.
Ganas no es amor.
Decí “mi deseo” si queres.
Decí “mis ganas” si queres.
“Hola mi deseo, cómo estás?”
“Hola mis ganas, qué contás?”.
Pero “mi amor” no.
Por favor… no me digas mi amor.
Y si insistís en decirme “mi amor”, no te olvides de decir “si”, antes de hablar.
“Sí mi amor”. Si. Si amor si.
Pero no. Mi amor no.
No. No me digas “mi amor”.

NatpuntoG.

(viernes 02-10-09)