Luis Miguel y Jesús Remixados by DJ NatpuntoG.

LA DEMANDA.

Qué te pasa Luis? Qué te pasa Miguel?

No, no y no. Esta vez, no!
No voy a comprar tu “nuevo” disco.
Me parece apología de la vagancia.
No me importa si es el único que me va a faltar en la colección.
Luis Miguel: me siento estafada. SA-BE-LO…!

(más información en: http://www.univision.com/content/content.jhtml?cid=2062165)

¿Qué paparruchada es un “nuevo” disco, con tus VIEJAS canciones remixadas?
Para bailarte en un casamiento, no necesito el “chuin chuin” de la música electrónica que le adosaron a “Será que no me amas”.

¿Y sabes qué? Las fans de Sandro no son las únicas que crecen. Nosotras también crecemos!!!
Nosotras ya no queremos bailar las tragedias.
No queremos coreografiar que lo que pasa es que “no me amas”.

Perdimos ácido fólico, calcio, pelos, uñas, firmeza muscular…
Perdimos ilusiones, novios, amantes, nos casamos, nos separamos, nos volvimos a juntar…

¿Y vos nos querés hacer bailar todo eso?
De ningún modo, Luis Miguel.

Te hemos perdonamos los peinados… TODOS.
Te hemos perdonado que te juntes los dientes.
Te hemos perdonado que te acuestes con Luli Salazar (bueno, de esto no estoy tan segura de haberlo perdonado).
Te hemos perdonado que hayas sido padre de un hijo que no es de ninguna de nosotras.
Te hemos perdonado que te recluyas en tu casa de Acapulco.
Hasta casi creo que te hemos perdonado que cada vez tus recitales sean más cortos… y que terminen tan abruptamente como la eyaculación precoz.

Pero ya basta, Luis Miguel.
Esto es demasiado.
Ponete media pila flaco (¿ves? Hasta te veo siempre flaco…!!!)
Si vas a sacar un disco, que sea eso… UN DISCO..!!!
Vos podés… claro que podés…!!!
Éramos tus Bikinas. Ahora somos tus mallas enterizas: tenemos más lycra por quemar…!!!

No te queremos cambiar por Arjona. No queremos que le cantes a la grasa abdominal, ni a la crisis de los 40, ni a los pingüinos de la alcoba…
Pero por favor, buscá la forma de seguir cantándonos a nosotras… tus Bikinas Incondicionales..!!!


LAS PRUEBAS.

Me enteré de casualidad que sacaste un nuevo disco. Es que ya prácticamente no escucho la radio y menos aún, “Los 40 principales” o “Radio Disney”.

Te perdí el rastro.
Creo que nuestro Romance se terminó cuando cumpliste 33.
Si, “33”...
Ese fue el díscolo disco de la discordia.
Vaya juego de palabras…
Pero definitivamente, “33” fue el fin de nuestro Romance.

Un Romance de toda la vida.
Un Romance mantenido en secreto durante muchos años.
Años en los que se una se apostaba la dignidad tan sólo con mencionarte.
No había otra opción que negarte.
Igual que Pedro lo negó a Jesús, que casualmente, murió a los 33 años…
¿Cuántas de nosotras hemos fantaseado con ese amante secreto y negado que nos hacía sentir las protagonistas de sus canciones?
¿Cuántas hemos imaginado ser tu María Magdalena?

Luis Miguel y Jesús.
Jesús y Luis Miguel.

Dos referentes místicos en mi vida.
Dos hombres que fusionados dentro mío, construyeron y alimentaron el concepto de la fe.
Uno, intentando no dejarme naufragar en el vacío, logrando convencerme de que “la fe es la garantía de lo que se espera, es la prueba de las realidades que no se ven” (Heb 11:1).
El otro, diciéndome que sueñe con un mañana, que un nuevo mundo debía llegar, que tuviera fe y que eso sería posible si yo estaba decidida.
Ese mismo que también me decía que su fe se iba llenando pensando en mí.

La idea de esta nota era hablar sobre la estafa moral que siento con el nuevo disco de Luis Miguel. Pero así son las ideas y las palabras, me llevan por caminos que no dejan de sorprenderme.

¿Luis Miguel es Jesús?
¿Será quizás una de esas realidades que no se ven?

NatpuntoG.
(Octubre 2009)